lunes, 14 de febrero de 2011

Inconformista.


Hoy no tengo argumento, ni letras, ni palabras, ni ideas, ni pensamintos, ni sentimientos, ni ganas de escribir, ni de borrar, ni de dormir, ni de soñar, ni de sentir, ni de ser, ni de dejar de ser, ni de reir, ni de llorar, ni de saltar, ni de sentarme, ni de gritar, ni de callar, ni de pesar, ni de beber, ni de fumar, ni de vivir siquiera, pero tampoco de morir.

No quiero sufrir (¿Y quién sí?), ni estudiar, ni salir de casa, ni ver llover, ni mirar la luna, ni el sol, ni colocar la mochila para clase, ni de deshacer la cama para meterme en ella y dormir, ni coger el telefono y gastar bromas.

Hoy, no quiero vivir la vida como si fueran tres dias, y en este instante estuviesemos en el segundo, no quiero sonrisas, ni lagrimas, ni caras tristonas ni alegres.

Hoy, quiero olvidarme de que todo existe, quiero pensar que todo es un sueño y que en cuanto me pellizque, ¡ZÁS! despierte y todo cambie, todo cambie a bien.

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