domingo, 29 de mayo de 2011

No te rindas, te lo ruego.


Hace ya tiempo que aprendí a no perderme nada y de la nada conseguí que ahora me pierda en tú mirada. No hay una razón, todas me valen, tan solo un corazón con una llave Dame un beso y de ahí no sale. Solamente tú haces que yo pueda tocar el cielo, Llámalo te quiero, yo lo llamo ser sincera, y es que solamente hay uno que me hace sentir así, que cada dos por tres en este cuarto pienso en tí. Y es que siento que eres tú; ese chico que esperaba. Tanto tiempo que ahora sé que el tiempo junto a tí se para. No hay avisa, mirándote a los ojos con la brisa, que no pisa, llega y brilla por culpa de tú sonrisa. Mi vida la compongo en cada frase pues sé que alguna vez escribí esto y quiero que esto nunca pase. Ya se ven las estrellas en un manto, las veo en el reflejo de tus ojos que por eso brillan tanto Es el canto que confirma porque pienso en tí y ahora no es mi mano, yo no escribo, mi corazón la mueve sola Tu boca, la mía, mil noches en un día y es que hoy quiero ser libre solamente con poesía. Cada vez que miro al cielo no me quejo pues paso de ir allí sí tengo que morir contigo aquí de viejo. Si está lejos el camino, cierra los ojos y avanza que yo iré contigo allí, donde la vista ya no alcanza. Simplemente escucha al corazón y deja al pensamiento Deja atrás toda experiencia, deja que lo lleve el viento Cada noche miro al cielo y te busco en las estrellas Pienso en tu sonrisa, ya no hay dudas, tú eres ella. Busco el verso que describa exactamente lo que siento

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