lunes, 25 de abril de 2011

Give me a minute, please.


Vivií un minuto que quería volverse eterno, durar mas de 60 segundos en el tiempo, pararse, crecerse, cruzar varios momentos; clavarse las agujas del reloj en movimiento.
Unos segundos mas me hubieran vuelto loca, solo me queda tiempo ahora que lo he perdido todo. Robandotelo siempre, en el camino hacia tus ojos decías que era oro cuando nos quedaba poco. Perdido entre las dunas de un reloj de arena, enamorado de un futuro que valdra la pena, suena el minuto que te prometíi. Ya se que me malgasta como a Shakespeare, hay quien no tiene miedo a mentir. Yo vi salir el sol, venir por mi desde el lejano oeste y se fui rebobinando lo que un día viví.
Pero todo es tan urgente últimamente que ya es pasado este presente.
¿Cuanto duró el sueño de Raskolnikov? ¿Cuando llega un tiempo mejor?

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